Espacios naturales

SIMA DE LAS PALOMAS CABEZO GORDO

SIMA DE LAS PALOMAS CABEZO GORDO

La Sima de las Paloma se encuentra en la ladera sur del Cabezo Gordo, única elevación montañosa del municipio de Torre Pacheco, y una referencia…
La Sima de las Paloma se encuentra en la ladera sur del Cabezo Gordo, única elevación montañosa del municipio de Torre Pacheco, y una referencia histórica para navegantes y pobladores del Campo de Cartagena. En 1991 el hallazgo casual de los maxilares unidos con la mandíbula de un neandertal puso en marcha la excavación científica en la Sima de las Palomas, el yacimiento del Hombre de Neandertal más importante del Mediterráneo español. Los trabajos de excavación han permitido recuperar más de 300 fragmentos de esqueletos, entre huesos y dientes, que ponen de relieve la baja estatura de los adultos pese a mostrar la gran robustez típica de los musculosos neandertales. Han sido fechados en 50.000 años, durante el último período glacial. De singular importancia son los tres esqueletos casi completos, excavados en situación de conexión anatómica y buen estado de preservación; esto es excepcional para el estudio del registro fósil neandertal. La joven mujer “Paloma” y el niño se encontraron bajo una acumulación de grandes piedras, con las rodillas y los codos flexionados y las manos junto a la cara, lo que sugiere que pudieron ser enterrados intencionadamente. La información que estos restos nos ofrece es fundamental para comprender la larga cadena evolutiva del ser humano. Los Neandertales de la Sima de las Palomas dejaron abundantes restos de los animales que solían cazar, desde caballos, ciervos, uros y la cabra hispánica hasta tortugas y conejos. La investigación de los fitolitos en sus dientes, indica que comían también materia vegetal. Para la captura y preparación de los alimentos tallaban útiles de sílex, caliza, mármol, calcita, cuarzo y cuarcita, que han sido encontrados en el yacimiento,  típicos de la tecnología musteriense del Paleolítico Medio. Este cerro de áridos y cuarzo tiene además un gran interés biótico, paisajístico y cultural. Declarado Paisaje Protegido en 1998, cuenta con una fauna típica y una flora casi exclusiva.